El fabricante chino de vehículos eléctricos XPENG generó revuelo en su reciente evento del Día de la IA en Guangzhou, al presentar su último robot humanoide, IRON. Pero el andar elegante y el diseño claramente femenino de este asistente de IA rápidamente provocaron un debate en línea. ¿Por qué XPENG eligió darle senos de HIERRO y una figura más tradicionalmente femenina? La respuesta radica en parte en consideraciones prácticas y en parte en la ambiciosa visión de XPENG para el futuro de la interacción entre humanos y robots.
Si bien los prototipos iniciales se inclinaban hacia diseños cuadrúpedos, el director ejecutivo de XPENG, Xiaopeng, cree que los robots humanoides son actualmente más adaptables a nuestro mundo. “Muchos escenarios están diseñados para seres humanos”, explicó durante su discurso de apertura. Considera que las manos y las dos piernas son esenciales para navegar en entornos cotidianos e interactuar con la infraestructura existente.
Además, sostiene que las formas humanas fomentan una conexión emocional más fuerte. “Los robots más parecidos a los humanos… pueden ser más íntimos”, afirmó, sugiriendo que esta calidez podría impulsar la preferencia de los consumidores y, en última instancia, conducir a una adopción más amplia y una reducción de costos.
La visión de la empresa se extiende más allá de la funcionalidad básica; XPENG tiene como objetivo crear robots que parezcan casi indistinguibles de los humanos. Esto incluye no sólo imitar la apariencia física sino también incorporar texturas de piel más suaves y dimensiones a escala humana.
Cuando se le preguntó sobre la presentación femenina de IRON, Liangchuan “LC” Mi, vicepresidente del Centro de Robótica de XPENG, la describió como un reflejo natural de la diversidad. “Vemos diferentes opciones porque hay diferentes tipos de humanos”, explicó. La intención es medir la reacción del público ante diversos factores de forma de robots y comprender las preferencias individuales.
El director ejecutivo de XPENG imagina un futuro en el que los consumidores puedan personalizar sus robots de la misma manera que eligen modelos de automóviles: seleccionando el color, el diseño exterior e incluso el sexo y el peinado. “Puedes elegir el sexo… o la ropa”, dijo.
Si bien aún se encuentra en la fase de investigación y desarrollo, con planes para la producción comercial programada para comenzar el próximo abril, IRON representa un paso audaz hacia la creación de robots que no sean meras herramientas sino compañeros y colaboradores potenciales dentro de nuestro mundo cada vez más entrelazado entre humanos y máquinas.
